La “Mística” del Número 100

por Gustavo Aguado [*]

¿Por qué celebrar que llegamos al número 100 del Newsletter? ¿Por qué no celebrar el 85, o el 99? Porque el número 100 tiene algo de mágico, de subyugante; lo sentimos como algo heroico. Y es verdad: desde muy antiguo, el 100 ha tenido un fuerte simbolismo. Los primeros filósofos griegos consideraban de carácter divino al número 10, la suma de todos los conocimientos, y lo llamaban “pantaleia” es decir, lo completo, lo realizado. Y diez veces diez (o sea cien) es “la perfección de la perfección”. Cien números del Newsletter hablan de logros, de esfuerzo, de constancia, de realizaciones y de cambios. Mirando atrás, podemos pensar cuántos cambios hemos hecho en nuestras empresas desde el primer número… y mirando adelante, cuántas cosas más podemos cambiar.



Encarando el Cambio 
Cada logro alcanzado es un cambio y ese cambio es un costo que es preciso aceptar. Por ello, la idea de cambiar debe ser genuina; el Líder debe decidirlo junto a su equipo, con la intención de lograr una mejora significativa, primeramente en ellos mismos, para luego recién afectar a su entorno.

La decisión de encarar un cambio requiere, fundamentalmente, estar dispuesto a hacer modificaciones emocionales e intelectuales. Por eso, las principales barreras para el cambio (entre otras) se producen cuando creemos estar bien con la situación actual, cuando llevamos demasiado tiempo con las mismas reglas, cuando hemos sido los que generamos el paradigma actual, cuando tenemos una visión parcial… en síntesis, cuando nuestra bandera es “¿Para qué vamos a cambiar si así nos va bien?”. Para entender cabalmente cuánto nos resistimos al cambio, sólo hace falta tratar de cambiar algún hábito: nos daremos cuenta cómo se resiste a ello nuestro inconsciente.

Una actitud positiva nos ayuda a superar las viejas barreras que impiden el cambio. Podemos mencionar dos estrategias (entre otras) que nos ayudarán a generar esta actitud positiva:
  • Desafiar/nos a lograr algo que parece imposible de alcanzar, y estar convencidos de que podemos lograrlo.
  • Apelar al recuerdo de anteriores victorias, recordar cómo hemos salido airosos de situaciones pasadas, y cuántas enseñanzas nos dejaron.
A esta altura, podríamos preguntarnos: ¿cuáles son las barreras personales más fuertes que tengo frente al cambio?, ¿cuándo fue la última vez que me propuse algo que parecía inalcanzable?, ¿tengo presentes en la memoria mis logros anteriores, como respaldo de confianza para el futuro?

Sí- No, Más- Menos

Todo cambio que nos propongamos hacer va a responder, en definitiva, a una de estas dos parejas. Incorporamos (Sí) algo en nuestra vida, o eliminamos (No) algo de ella; por ejemplo, eliminamos la sal de nuestra dieta, o empezamos a hacer alguna actividad física. Vamos a aumentar (Más) el presupuesto a tal área, o reduciremos (Menos) el plazo de entrega de un producto. Un modo sencillo para proponer cambios, es preguntarnos qué debemos (o es conveniente) incorporar, eliminar, aumentar o disminuir.

El Kaizen de los castores
El primer impulso que sentimos cuando debemos encarar un cambio, es el de la Revolución, es decir, el cambio total, drástico, como las resoluciones de Año Nuevo; pero la experiencia muestra que esos cambios pocas veces se sostienen en el tiempo. La alternativa es la Mejora Continua, que ya conocemos: cambios muy pequeños, cada día; lento pero seguro. Esos cambios son los que tienen más chances de perdurar.

Probablemente todos conocemos el trabajo de los castores, que construyen pacientemente sus diques. Estos laboriosos y constantes roedores, suelen dar mantenimiento permanente a todas las estructuras (diques principales y secundarios), con lo que día a día van aumentando su tamaño. El dique más largo que se conoce fue descubierto en Montana (EEUU) y medía 650 metros de largo, 4 metros de altura y 7 metros de grosor. Es destacable que estas construcciones monumentales son obra de unos pocos animales.

¿Cuántos cambios te planteaste para este año que termina… y cuántos de ellos lograste? ¿Te da más resultado la Revolución o la Mejora Continua? ¿Podrías intentar copiar al castor, e ir incorporando o eliminando, aumentando o disminuyendo lo que haga falta, hasta construir el Gran Dique?


[*] Licenciado en Filosofía y Teología, y Diplomado en Letras Clásicas y Modernas. Después de más de 28 años dedicado a la Docencia y Gestión Universitaria y al Coaching, en la actualidad se desempeña en Pharus Consultora Gerencial como Asesor Filosófico y en el área de Investigación y Desarrollo.  Asimismo dicta Talleres sobre Lifebalance, Motivación personal, y Relaciones interpersonales.



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